En 1987, José dos Santos, de 61 años, habitante de Miracema, Brasil, comenzó a encantarse con la profesión, cuando le propusieron ser socio de un mercadillo, cuyo propietario poseía también un taller de refrigeración. Apasionado por los estudios, el año siguiente hizo un curso de refrigeración, desistió de la sociedad y abrió su propia empresa. Desde entonces, sigue haciendo cursos y perfeccionándose.
Por ser muy conocido en su ciudad, trabajar correctamente y ser responsable, en poco tiempo conquistó una buena clientela. Pasó también a hacer servicios en ciudades vecinas e incluso en la capital de su estado, Rio de Janeiro. Además de eso, actúa en la asistencia técnica de equipos de ensambladoras como Alaska, Frilux y Ormifrio.
José relata que, juntamente con su esfuerzo, siempre contó con el apoyo de su esposa Laíse y los hijos Vinícius, Wanessa y Eduardo, fundamentales para su éxito.
Una curiosidad de su historia es la forma como conoció a la revista Bola Preta: llegó a sus manos en función de una entrega equivocada del correo. “Entré en contacto y pasé a recibirla. Los temas abordados son muy interesantes, útiles, actuales y de grande valor para los profesionales que desean reciclar conocimientos y crecer. Me enorgullezco mucho de ser parte del Club de la Refrigeración”, dice.
José trabajó también como maestro, pero ahora está jubilado y se dedica sólo a la refrigeración. Algunos clientes le son fieles desde que empezó. Con esa experiencia, enseña su receta de éxito: “El secreto es trabajar con dedicación, amor, cariño, respeto, honestidad y fe”.